Higiene básica de las mascotas

La llegada de un nuevo miembro a la familia trae consigo un sin fin de dudas sobre alimentación, higiene y educación principalmente, en especial si nunca hemos convivido con una mascota antes. Por eso es importante saber qué tenemos que hacer para mantenerlos sanos y limpios.

La higiene y la belleza están íntimamente relacionadas. Si nuestra mascota luce un pelo fuerte, desenredado, brillante y abundante suele ser un buen indicio de que también está sano por dentro.

Por el contrario, si nuestra mascota enferma uno de los primeros indicios lo podremos ver en el pelo del animal, que habitualmente pierde luminosidad y cuerpo.

La carencia o ausencia de higiene en nuestra mascota puede además traer consigo diferentes enfermedades, malos olores, mudas descontroladas y, por supuesto, un aspecto sucio y desaliñado que provocará rechazo en los demás y afectará a la salud emocional de nuestro compañero. Por eso, se hace indispensable establecer unas normas sobre higiene a seguir tanto por su salud como por la nuestra.

Es muy importante que acostumbremos a nuestra mascota a su manipulación desde cachorros, estableciendo unas pautas y rutinas antes y después de cada baño o cepillado.

Para ello, es necesario lograr que nuestra mascota confíe en nosotros y premiar su buen comportamiento tras acabar el proceso.

¡No desesperes! Al principio es normal que se resistan, pero poco a poco, con constancia y paciencia, lograremos que se acostumbre a sus pautas de limpieza semanal.

La higiene básica de una mascota se establece en torno a 5 áreas fundamentales:

Pelo: esta es la parte más estética y visible de todas y la que normalmente requerirá de más tiempo y atención, en especial en perros y gatos de pelo largo y abundante.

La frecuencia del cepillado dependerá de la raza, la media está en uno a la semana. El baño ocasional también es recomendable pero siempre utilizando productos adaptados al pH de la piel del animal.

Uñas: es conveniente cortar regularmente las uñas de nuestras mascotas, sobre todo si viven en un piso.

Las uñas se liman de forma natural cuando perros y gatos caminan habitualmente por superficies irregulares que las desgastan, pero la cómoda convivencia doméstica hace que sea necesario repasárselas de vez en cuando.

Boca: la salud dental de perros y gatos es cada día más una preocupación de sus dueños. Descuidarla provocará que a nuestra mascota le huela muy mal el aliento y, con el tiempo, también hará que pierda piezas dentales y como consecuencia, calidad de vida.

Especial atención a las razas de perro pequeño y su tendencia a acumular sarro.

Oídos: los oídos de nuestras mascotas son foco frecuente de molestas infecciones que cuesta mucho tiempo y dedicación eliminar.

Una higiene correcta y no invasiva que mantenga limpio el pabellón auditivo y retirar el pelo que nace en el canal interno en especial en las razas de pelo largo nos ayudará a prevenirlas y a dectectarlas.

Ojos: los ojos también pueden ser fuente de infecciones, por eso es necesario mantenerlos libres de legañas. Utiliza una gasa ligeramente humedecida para retirarlas sin molestia para tu mascota y vigila su color.

Las legañas suelen ser marrones oscuras y cualquier otro color puede ser indicio de que existe una infección interna.

Las pequeñas comprobaciones rutinarias de la higiene de tu mascota te permitirán adelantarte a los problemas y detectar posibles síntomas de enfermedades para que puedan ser tratadas a tiempo. Además, un animal limpio tiende a contraer menos enfermedades que uno descuidado.

No debes olvidar que aunque sea parte de tu familia, o precisamente porque lo es, es un animal que convive contigo y su higiene te ayudará también a mantener tu casa más limpia y saludable.